Post polémico para empezar… lo que sea que empiece cuando publique esto…
Pero bueno, antes de entrar en materia, aclarar algo…
(Aunque más de uno ni habrá llegado a esta parte)
No me refiero a que los otaku sean un problema. Ni que causen problemas.
De lo que quiero hablar es de por qué creo que el resto de frikis odian a los otakus.
Luego ya vosotros diréis…
Empecé a darle vueltas a este tema leyendo esta entrada de los compis de Sima de Rol, aunque ya desde tiempo atrás me venía preguntando, y mosqueando, acerca del asunto. Tú intentas defenderlos. Después de todo, son frikis como tú. ¿Qué coño? Yo mismo me considero otaku. Soy otaku cuando eso ni se sabía qué era. ¿¡Qué diiiigo!? ¡Yo me volví otaku cuando dejé de ver Dartacán para engancharme a Mazinger Z!
Pero, cuidado, eso fue el siglo pasado, en los años 80 (y te apuesto lo que quieras que la mitad de los que ahora reivindican esos dibujos no vieron el planeador bajar sobre la cabeza del robot hasta que dejaron de reventarse granos… ¡y te apuesto el doble a que no saben quién es el Robot Hefe!)
Pero a ver, que nos desviamos.
Entonces, si yo soy tan otaku de la muerte… ¿por qué tendría que decir nada malo de ellos?
Mi novia, en su sabiduría, diría que me quejo como sólo se quejan los viejos (le saco 9 años, así que tampoco le llevo la contraria en eso 😛 ), así que, me quejaré… en los comentarios podéis darme la razón o no, que para eso están…
Bueno, voy a empezar esto citando a una de las obras cumbres del frikismo japonés. La Biblia del otaku. Esta no puede ser otra más que la inmortal Otaku no video.
Para el que no sepa de qué va, resumo. Un chaval de lo más normal y corriente descubre que le va el rollo otaku y decide ser más otaku que nadie. Ea, a verla que es muy ilustrativa.
¿Que por qué la menciono? Por dos cosas. Una, porque son dos OVAs cojonudos. Y otra, porque no se me ocurre mejor manera de ver a los auténticos otaku, esos que reciben su despectivo nombre por parte de una sociedad que les desprecia. Si véis los OVAs, os daréis cuenta de lo que hablo… Seres marginados, que viven por sus aficiones, el manga, el anime, las miniaturas, incluso las réplicas de armas. Y cómo la sociedad les mira con desprecio.
Porque en Japón es así. Japón, a diferencia de lo que cree mucha gente, no es el paraíso para los otaku… bueno, tal vez sea lo más parecido al paraíso, pero lo que parecen desconocer es el hecho de que allí, los otakus son vistos como aquí lo sería cualquier friki, o incluso peor, debida la rigidez de la sociedad japonesa. ¡Y eso la gente de aquí no se lo cree! En fin… Otaku no video…
Ahora un poco de refilón me acuerdo de cuando mi viejo amigo Kuso se fue a estudiar un curso a Japón, cuando decía que él era otaku, la gente empezó a mirarle raro…
Porque eso es así: en Japón, la palabra «otaku» es despectiva. Y aquí empieza a serlo… Y ya os contaré de eso…
Bueno, vamos a ver qué pasa con los otakus…
Una cosa es que te guste el manga. Cosa totalmente respetable. Y comprensible. A mí me gusta el manga. Ahora mismo sigo dos colecciones, La leyenda de Madre Sarah y School Rumble (¡en la variedad está el gusto!). Que serán tres el mes que viene, cuando salga la nueva edición de Monster…
Entonces, ¿qué problema le veo a los otakus? Raxar lo resumió en una palabra… Respeto.
Recuerdo hace algunos años, volviendo del Salón del Manga de Jerez, me senté espalda contra espalda con un conocido personajillo del frikerío gaditano, cuyo nombre no revelaré (aparte de que no sé si se lo llegó a cambiar legalmente). El caso es que el muchacho estaba hablando con su amigo, histérico perdido, al borde del colapso, porque, oh, infamia, oh, desfachatez, oh, oprobio, ¡había un chaval disfrazado de Spiderman!
En serio… era para levantarse y meterle una buena colleja…
«¡Es un salón del manga, anime y cultura japonesa!», se exaltaba el muchacho. Luego vas a cualquier salón del cómic y va la gente cosplayeada de personajes de manganime y cualquiera se queja…
El año pasado, como ya se contó por aquí, estuve con Raxar en el Salón del Cómic de Barcelona, y la asistencia de chavales cosplayeados de personajes de manganime, niñatos con carteles de «Regalo abrazos» y derivados, e, increíblemente, gente a la que le gusta el manga pero no el cómic, era bastante notable. Que digo yo… ¿para qué van?
Que tú lo piensas y dices «Bueno, vamos a respetarlo, aunque se hayan equivocado y se decepcionen por no encontrar concurso de karaoke», pero luego piensas que está allí, por ejemplo, Milo Manara, y está viendo ese circo…
Pero bueno… como digo, cuando allí están los aficionados al cómic, ya sea al occidental o en general, disfrutando de exposiciones, viendo a sus autores, y otras cosas que no ven en el Salón del Manga, ¿qué piensan al ver a esos chavales? Está claro. «¿No tienen un salón exclusivo para esto?»
Bueno, pues vamos a echar un ojo a lo que viene siendo un Salón del Manga. Yo ya tengo 13 salones del manga a mis espaldas, así que algo de eso sé. En un salón del manga no pueden faltar bajo ningún concepto los siguientes elementos.
– Cosplay.
– Karaoke.
– Puestos de manga.
– Puestos de ropa gótica/emo/punk/visual/jevi/loqueseacontalqueseanegro.
– Comida japonesa.
– Proyecciones de anime.
– Y creo que ya…
Uno puede, como hicieron los de la Sima, preguntarse, «Lo de cultura japonesa, ¿va por el karaoke?»
Bueno, a todo esto, estaréis de acuerdo conmigo en que, por cada un karaokista que lo hace bien, hay 10 que te dan ganas de arrancarte los tímpanos…
Y es que, de todos los salones de manga, creo que sólo en tres o cuatro había una mínima parte dedicada al bonsai, al origami, y a chorraditas así… pero confío en que sean casos aislados.
Pero, oye, estábamos hablando de los otakus, no de los salones…
Bueno, una cosa que no soporto de los otakus cerraos es su fanatismo, su creencia ciega de que el manga es mejor que el cómic…
Por supuesto, ese es un debate que queda fuera de toda posibilidad de resolución. Porque claro, tú piensas que si Alan Moore escribe una dirección en un kleenex y Alex Ross se suena los mocos en ese mismo pañuelo, ya tienes una obra mil veces mejor que la mitad del Sônen Jump… pero luego, joder, tenemos Akira… Con lo que tenemos diamantes enterrados en mierda por ambos lados.
Pero, ¡eh!, ¡que los hay que no piensan así!
Fanáticos hay en tos laos, así que no faltará aquel que diga que el último tomo que ha salido de Naruto será mejor que ¿qué es eso de From Hell?
(Si os cruzáis con uno de esos, disparad antes de que sigan hablando).
Ah, también están los graciosetes, como uno de los comentaristas en esta entrada de VidaExtra, que ya, directamente, anulan al cómic…
Pero no son esos los peores, nooo…
Y, para ilustraros sobre la peor subespecie otaku, compartiré con vosotros una humillante batallita personal (no tratéis de negarlo… sé que son vuestras favoritas… 😛 )
El caso es que, hace unos años, quedé con mis amigos para cosplayearnos por primera vez. Yo, como soy como soy, me dio por hacerme un (cutrérrimo aunque reconocible) cosplay de miembro de la banda del Payaso, de la película de Akira (porque los del manga se ven más complicaos…).
Bueno, cada vez que se me acercaba un otakito a preguntarme de qué iba, la conversación era una de las siguientes…
Caso #001:
Otakito#001: ¿De qué vas?
Lograi: De Payaso…
Otakito#001: ¿De qué es eso?
Lograi: De Akira…
Otakito#001: Ahhh…
Caso #002
Otakito#002: ¿De qué vas?
Lograi: De Payaso.
Otakito#002: ¿De qué serie?
Lograi: De Akira.
Otakito#002: Ah, no la he visto…
Caso #003
Otakito#003: ¿De qué vas?
Lograi: De Payaso… ¡De Akira!
Otakito: ¿Akira qué es?
Que sí, que vale, que yo lo reconozco… que el disfraz era una puta mierda, y si Otomo me hubiera visto (gracias a Dio que a estos salones no van autores), me hubiera metío el casco por el recto… pero, joer… si demuestran tal desconocimiento no digo yo a los clásicos, ¡joder, estamos hablando del puto Akira!
En fin, esas son las cosas que más me molestan. «Respeto», decía Raxar. Respeto por una obra cumbre no ya del manga, si no de las artes narrativas contemporáneas en general. ¡Joder! ¡Sólo por las cuatro últimas páginas del tomo 3 merece la pena comprarse la colección entera! (Y así a ojo, le echo unas 3000 páginas…)
Entonces, si cogemos todo esto, lo rebujamos, y tratamos de sacar algo en claro, ¿qué tenemos?
¡Tenemos a gente que piensa que la última mierda que venga de Japón es mejor que Watchmen! ¡Mejor que Kingdom Come! ¡Mejor que Sandman! ¡Mejor que El regreso del Caballero Oscuro! ¡Mejor que V de Vendetta! ¡Y ni siquiera eso es más importante que cantar canciones en japonés como si fueran gremlins castrati atravesando una picadora de carne!
…
…
…
Oye, pues me he quedao más a gusto…
Pero bueno, para que veáis que no tengo nada contra el manga, os aviso que Norma ha convocado un concurso/encuesta para ver qué serie de manga publica próximamente. La cosa la tenéis aquí en lo gris…
¿Y por qué os lo digo? ¡Para que votéis por Beck (Mongolian Chop Squad), a ver si sale de una vez publicada en España…! ¡Hombrepordiso!
¡Si sale elegida para ser publicada… emm… ¡Me desnudo!!
Ea…
Y serán cuatro series de manga, joer… menos mal que Monster sólo son 10 tomos…
Ea, pues eso…
¡Votad a Beck!
Lisa Miskovsky – Still Alive
EDITANDO: Lo de Norma me da miedo… el año pasado salió Fairy Tail… Leí el primer capítulo y es penoso…
Uiuiui lo c’a disho…